Qué pasa si firma un contrato de obra y labor cuando no hay lugar a ello?
- Publicado por Yeison Acuña Barrios
- 13 ago 2017
- 2 Min. de lectura
Consecuencias de firmar un contrato de trabajo de obra o labor cuando no existe tal obra o labor, es decir, cuando la naturaleza del trabajo a desarrollar no permite identificar e individualizar la obra o labor que se debe terminar.
El contrato de obra o labor es un contrato que se puede denominar a término fijo, por cuanto la duración es definida por la duración de la obra o labor que da origen al contrato, de manera que si no es posible determinar la duración de la obra, no es posible determinar la fecha de finalización del contrato.
En consecuencia, si se le da la denominación de contrato de obra a un contrato que no lo es, es probable que ese contrato se torne en indefinido por la simple razón de que no existe una obra que pueda ser terminada.
Un ejemplo sencillo: Denominar como contrato de obra o labor al contrato para vincular una secretaria o recepcionista. En tal caso, no hay obra que se pueda identificar o individualizar, y en segundo lugar, será una actividad que nunca terminará mientras la empresa siga existiendo.
La consecuencia es obvia: el contrato será imposible de terminar porque la obra, o mejor, la actividad para la que fue contratada la empleada, nunca terminará.
En ese orden de ideas no tiene sentido pretender darle al contrato una naturaleza que no tiene. Si el empleador no quiere un contrato de trabajo indefinido, la solución pasa por un contrato de trabajo a término fijo, y este permite contratar a un trabajador desde unos días hasta muchos años, pudiendo desvincularlo con la simple decisión de no renovar el contrato cuando este finalice.
Seguramente quien recurre a esta forma de contratar lo hace creyendo que así puede desvincular al trabajador en cualquier momento, pero no puede estar más equivocado, puesto que si no hay una obra que tenga una terminación definida, el trabajador sólo puede ser desvinculado sin justa causa.
Y se debe también a la falsa creencia de que un contrato a término fijo que se renueva muchas veces se convierte en indefinido, que sorprende que aún esté muy arraigada en muchos empleadores.
Fuente Novedades Gerencie.com
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